Historia


Si eres amante del mundo del caballo y vives en Málaga, cualquier parte de España o simplemente te gusta leer el origen y la evolución de un negocio familiar.

Esta historia tiene todos esos ingredientes.

En el año 1940, un muchacho de 12 años entraba como aprendiz en la talabartería, “Juanito mi tienda”.

Puede que el comercio no te suene, pero si conoces Ronda (Málaga) y te digo que estaba donde ahora está el hotel, El Tajo & SPA, puede que el lugar te suene más.

Pues bien, ese niño de 12 años que daba sus primeros pasos en la elaboración de productos ecuestres era mi abuelo, Juan Pinteño Naranjo.

Cuando Juan iba creciendo y teniendo más experiencia, allá por los años 50 se trasladó a la talabartería de Mateo Bullón, en la Calle Portichuelos de Ronda (cerca de la actual Iglesia de Santa Cecilia y Nuestro Padre Jesús).

Hasta 1962, perfeccionó el arte del talabarte en la empresa del señor Bullón.

Ya que ese mismo año comenzó una nueva andadura con el maestro guarnicionero, Juan Bullón Rojas, quien tenía su talabartería en los aledaños de la Plaza de Toros de Ronda.

Juan Pinteño y Juan Bullón unieron sus fuerzas para fusionar 2 oficios legendarios: talabartería y guarnicionería.

10 años después de que ambos trabajaran codo a codo, en 1972, Juan Bullón Rojas fallece y su compañero, Juan Pinteño Naranjo, se hace cargo de la Talabartería Plaza de Toros hasta 1992.

Año en que el maestro talabartero se jubila y el negocio pasa a manos de su hijo, Juan Antonio Pinteño Pino, hasta el año 2000.

Y desde 2001 hasta hoy, Guarnicionería Pinteño sigue activa y puedes encontrarla en la Calle Jerez de Ronda.

Trabajando con las mismas ganas, ilusión y esencia con las que los maestros talabarteros de generaciones pasadas elaboraban todo lo que buen caballo y jinete necesita.